Astrología y numerología, ¿son lo mismo?
Conocer el futuro o las cosas que se viven y que están escondidas a la simple vista e interpretación, siempre ha sido un propósito fundamental para el ser humano, y por ello, ha recurrido desde tiempos remotos a la numerología y a la astrología para poder lograrlo. Conoce las diferencias y similitudes entre estas dos especialidades y aprende cómo usarlas en tu vida diaria.
El hombre siempre ha sentido la necesidad urgente de saber más allá de lo que percibe a simple vista, de tratar de conocer, incluso, hasta el futuro. Y para hacerlo ha tenido que recurrir a extraordinarios recursos que el mismo universo le ha proporcionado, como son la astrología y la numerología, que comparten ciertos rasgos, pero se diferencian en muchos aspectos.
Estas disciplinas se asemejan en que ayudan a entender el mundo y a descubrir lo que depara el futuro, desde sus propias perspectivas y a través de distintas interpretaciones.
La astrología utiliza el movimiento y posición del sol y demás astros del universo para descifrar los mensajes que este envía a cada persona de forma particular. Mientras que la numerología cumple con la misma función, pero por medio de señales que mandan los números en todas sus presentaciones.
Ambas especialidades han sido de gran ayuda para aclarar situaciones y para ver un poco más allá de lo evidente. Son utilizadas con mucha frecuencia y éxito por personas que han descifrado sus secretos y pueden utilizarlos en su beneficio para bien.
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Los números y sus extraordinarios mensajes
Al acercarse a la numerología se tiene acceso a muchas respuestas que solo con ella se pueden descubrir. Por ejemplo, el número de vida está estrechamente vinculado con la fecha de nacimiento y el nombre, que encierran mucha información, la cual solamente hay que saber interpretar para utilizarla de forma provechosa.
Un sencillo análisis de los números que integran tu fecha de cumpleaños puede ayudarte a entender muchas cosas que suceden a tu alrededor y las oportunidades especiales que están por venir.
Solo hay que vaciar cada elemento de esos números en una tabla numerológica para calcular, tal cual se tratara de matemáticas, la trayectoria de vida, que se puede sacar sumando los dígitos de la fecha de nacimiento. El número resultante refleja gran parte de la personalidad de cada persona.
También se puede calcular el número de expresión, o número de destino, porque revela el potencial y el devenir de lo que las personas están por experimentar en su futuro. Se calcula analizando con el alfabeto pitagórico, las letras del nombre, por cuanto este representa el legado de la historia particular de cada ser.
Otro número importante es el número de urgencia interior, o número del deseo del corazón, que representa el “yo” interno, y expone las motivaciones y anhelos más profundos, gustos, disgustos, verdaderas intenciones y urgencias que se tengan.
Estos tres números representan perfiles distintos de la persona, pero combinados dan lecturas precisas sobre situaciones que se están viviendo o están por vivirse.
La tecnología ha avanzado tanto en esa área, que se han creado algoritmos matemáticos especializados, que calculan en segundos todos estos números, con análisis muy precisos de los mensajes ocultos que tienen cada uno. También hay plataformas web que se encargan de poner al alcance estos recursos para facilitarte todo y que así puedas tener siempre a mano esa importante información.
Los alcances de la astrología
La astrología es otra fascinante manera de descubrir la vida y el devenir que analiza los mensajes del astro rey y de los planetas. Desde la antigüedad, también ha sido un aspecto fundamental en las decisiones del hombre y en el conocimiento del universo.
Los astros también envían mensajes constantemente y determinan la personalidad de las personas, por eso es importante conocerlos muy bien y saber interpretar lo que dicen, con sus posiciones y con todo lo que hacen constantemente.
Todo está relacionado: los números, los astros, el entorno, todo marca la personalidad y el futuro de las personas. Solo hay que saber descifrar los códigos y relacionarlos con las cosas que suceden, para aprovechar al máximo todos los datos que el universo nos aporta, ahí está la clave.