Comienza el año cuidando de tu vista

Acudir al oftalmólogo es algo que todos pasamos por alto. Sin embargo, deberíamos considerar que la vista es uno de nuestros bienes más preciados en cuanto al uso del cuerpo se refiere. Hacemos un uso constante y, a menudo, inadecuado de nuestros ojos. La cantidad de pantallas diarias que visualizamos, tanto directa como indirectamente, nos afecta. La vista va perdiendo definición con su uso y es bueno prevenirlo. Para ello, acudir a una clínica oftalmológica que nos aporte garantías y seguridad es una buena opción.

Mejor prevenir que curar

Aunque no se tengan síntomas de ningún tipo, hay unas revisiones periódicas, que van aumentando en frecuencia según aumenta la edad, que son muy aconsejables. Ya que, en muchas ocasiones, si se espera a los síntomas para detectar una afección en la visión, ya no se puede revertir.

Las revisiones que se aconsejas sin tener ningún tipo de síntoma son:

  • Nacimiento: para descartar anomalías congénitas.
  • Entre los 3 y los 4 años: para evitar que algunas patologías como “ojo vago” o estrabismo pasen desapercibidas, además de asegurar la correcta visión del niño.
  • Anuales hasta los 10 años: la visión se encuentra en desarrollo durante todos estos años de vida, por lo que mantener revisada la vista para asegurarse de un desarrollo positivo es importante.
  • Bianuales hasta los 16 años: la visión ya no se encuentra en desarrollo, ahora se trata de mantenerla. Por lo que, si no encontramos síntomas, podemos revisarla cada dos años para asegurarnos de que todo sigue estable.
  • A partir de los 40 años, revisiones anuales: es a partir de esta edad cuando comienza el proceso degenerativo del ojo, por lo que es importante estar atento a cualquier fallo que pueda aparecer en la visión.

Es en esta edad más avanzada cuando podemos encontrar patologías oculares graves con mayor frecuencia. Estamos hablando de glaucomas, desprendimientos de retina o afecciones al nervio óptico que, cuando tienen síntomas, ya están en un proceso muy avanzado de la enfermedad.

Mejor curar que abandonar

Los avances médicos y tratamientos que existen, en cuanto a visión se refiere, son asombrosos.

Existen tratamientos en cuanto a enfermedades se refiere. Esto significa que, en ocasiones, no es el ojo en sí el que está creando ese problema de visión, sino otras enfermedades como la diabetes. La manera de tratar estos problemas de vista, evidentemente, es tratar la propia enfermedad de base para que no tenga otras consecuencias.

En el plano de la cirugía, los avances y la comodidad que representa es impresionante. Son cirugías que se realizan en unas horas sin complicaciones ni casi posoperatorio. Que resuelven problemas que el paciente ha arrastrado durante años y que crean una mejora de la calidad de vida abrumadora. Se trata de la corrección de problemas como glaucomas o cataratas, pero también de miopía o astigmatismo. Se puede corregir la visión y olvidarte de las gafas con una sencilla operación de la que el paciente casi ni se entera.

Nuestra vista es tan delicada como esencial. Ponernos en manos de especialistas nos va a traer una tranquilidad que, desde luego, no tiene precio. En cualquier caso, encontrar un problema a tiempo es la mejor solución. Y, si no se encuentra ninguno, con más seguridad para celebrar esa visita rutinaria.

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