El Tarot Egipcio: Descubre el poder de las cartas más antiguas
El tarot egipcio es uno de los medios de adivinación más antiguo y de los que ha sufrido mayores modificaciones en sus barajas. Su enriquecida historia de origen y el significado de las deidades basadas en la mitología egipcia, rodean la práctica de la adivinación en un halo de misticismo encantador. Se considera como una forma precisa de adivinación, que visualiza el pasado, presente y guía hacia el futuro.
Se cree que el dios Thoth, dios de todas las ciencias ocultas, adquirió 22 láminas de oro y se las regaló a los humanos para su diversión. Las láminas desaparecieron por décadas, hasta que en 1780 fueron recuperadas y convertidas en una herramienta de adivinación.
Ahora puedes consultar el camino a seguir para llegar a tu destino gracias a estas láminas que ponemos a tu disposición para hacer una tirada de cartas:
Contenido
¿Qué es el tarot egipcio?
Está conformado por 78 barajas con imágenes arquetípicas de los dioses. Durante una lectura, es posible descubrir patrones de actitudes y comportamientos que en muchas ocasiones las personas niegan de sí mismas. Este tipo de tarot invita a la reflexión desde lo interno.
Con la información dispuesta a través de sus cartas, el vidente puede predecir y guiar la trayectoria de vida que el consultante desea conocer. El tarot de los egipcios brinda información del pasado pero siempre con un enfoque sobre el presente, con sus ventajas y obstáculos.
Su origen
El origen de las cartas egipcias se remonta en la Antigüedad, y hay diversas versiones al respecto. Por un lado, se sostiene que el autor Court de Gébelin habló del tarot en 1781 como un libro para preservar la sabiduría de Egipto. La sabiduría estaría codificada a través de símbolos en las cartas.
En 1789 fue publicada la primera baraja, de la mano del astrólogo francés Etteilla. Su autor las llamó El Libro de Thoth. Hoy en día, todavía se producen la primera versión egipcia bajo el nombre de Gran Etteilla.
Toth es el dios de la sabiduría y las ciencias ocultas. Los faraones consultaban su futuro al dios y éste les enseñaba interpretar los astros para cuidar de su porvenir.
A medida que se comercializaban las cartas del tarot, se dio a conocer el tarot de Marsella, siendo el más popular. No hay base histórica suficiente para afirmar que las cartas egipcias provienen directamente de su cultura, sin embargo, permanecen sus símbolos y deidades más antiguas.
La baraja del tarot de los egipcios
Las 78 cartas del tarot de los egipcios están divididas en Arcanos Mayores y Arcanos Menores. Éstos son entendidos como sabios que esconden un secreto y que queda de parte del individuo desentrañar sus misterios. Cada arcano representa un mensaje de la vida, puede ser un consejo o una advertencia.
Los Arcanos Mayores son la lectura más importante. Por otro lado, los Arcanos Menores son un conjunto de 56 cartas que muestran escenas de la vida cotidiana. De esta forma, la baraja egipcia se divide en:
Arcanos Mayores
Con un total de 22 cartas, están conformadas por 7 cartas positivas, 7 cartas negativas y 8 cartas neutrales. Cada una de ellas tiene por nombre:
- El Mago Creador
- La Sacerdotisa
- La Emperatriz
- El Emperador
- El Jerarca
- La Indecisión
- El Triunfo
- La Justicia
- El Eremita
- La Retribución
- La Persuasión
- El Apostolado
- La Inmortalidad
- La Templanza
- La Pasión
- La Torre Fulminada
- La Esperanza
- El Crepúsculo
- La Inspiración
- La Resurrección
- El Regreso
- La Trasmutación
Arcanos Menores
El resto de las cartas no poseen tanto peso como los Arcanos Mayores, porque se emplean en la lectura para conocer ciertos detalles de la persona y no una visión general. Sin embargo, estas cartas enriquecen el proceso de interpretación entre el mundo físico y espiritual. Principalmente, los Arcanos Menores dan a conocer información sobre aspectos terrenales y cotidianos de la vida del consultante.
Cada carta posee un título relacionado al simbolismo de una escena. En total, son 56 cartas en la baraja. Aunque sean complementarias, cada carta en sí es importante por las escenas que describe. Por ejemplo, la carta del Labrador representa el cultivo de los esfuerzos a lo largo de la vida, basándose en la imagen de un labrador en su campo. O la carta de la Generosidad, que simboliza la habilidad para discernir lo correcto de lo que no.
La interpretación
No es necesario que el tarotista se memorice todos los datos del tarot egipcio para guiar al consultante sobre su problema. Quien sirve como medio entre el mundo espiritual y el terrenal, deberá entender la simbología y el poder que cada carta lleva consigo. Las interpretaciones deben realizarse con cuidado, porque, de lo contrario, puede perjudicar el juicio de quien confía en la lectura del tarot.
La lectura consiste en visualizar los símbolos dispuestos en la parte superior y del medio en la carta. Luego se procede a observar los símbolos inferiores, atribuidos al plano terrenal. Por último, se considera el signo zodiacal y planetario para complementar la tirada de cartas.
El ritual se basa en lo popularmente conocido por el tarot. La persona que tiene dudas, se siente perdida o no encuentra soluciones a un problema específico, deberá elegir cuatro cartas. La primera carta corresponde al presente del individuo, quién es ahora. La segunda carta escogida habla del futuro. La tercera, explica los ideales y aspectos más íntimos de la persona. Por último, la cuarta carta corresponde a la interpretación de esa respuesta que tanto desea obtener el consultante.
Las deidades egipcias en el tarot
En las 22 cartas principales se representan los dioses de su mitología. Se asocia el poder de la adivinación del tarot al poder de las deidades que despiertan nuevos conocimientos emocionales a quienes solicitan su ayuda, y enseñan el camino.
Algunos de los dioses que se pueden contemplar en las cartas son:
- Ast, diosa del misterio de la vida
- Anubis, protector de los difuntos
- Toth, dios de la sabiduría
- Horus, dios de todo Egipto
- Osiris, juez de las almas
- Seth, dios de la sequía y del caos
- Ptah, patrón de los artesanos
- Maat, diosa de la Justicia
- Konsu, dios de la Luna