Los peligros de automedicarse

Automedicarse es peligroso cuando se convierte en un hábito, asumiendo que por leer el facultativo de un medicamento y unirlo con el síntoma padecido, ya se es conocedor del tema. No supone riesgo cuando se hace con el fin de aliviar un dolor eventual o sí se trata de un medicamento que en ocasiones anteriores recetó un doctor. Pero ¿Cómo saber lo que esta mala costumbre le causa al organismo?

4 Razones para no automedicarse

Automedicarse tiene sus riesgos cuando se hace con frecuencia, no importa que los medicamentos sean de libre venta, el problema es el uso que se les dé. Y ese es el principal error de la automedicación, que se realiza sin conocimiento alguno, por eso, es importante conocer sus peligros.

1.     Interacción de distintos componentes

La mezcla de compuestos desconocidos puede crear interacciones inadecuadas para el organismo. En ocasiones, las consecuencias de esto se evidencian un tiempo después, como al probar ese mismo medicamento y que no genere efecto alguno, el cuerpo crea una resistencia.

En esto también hay que tener en cuenta el estado de salud de la persona, así como que dependa del consumo de otros medicamentos constantemente. De igual forma, recordar que cada componente actúa y reacciona de forma distinta en los cuerpos.

2.     Descontrol de las dosis adecuadas

Algunos fármacos son explícitos en aclarar que la cantidad adecuada las indicará el médico según las condiciones, pero al no tener conocimiento alguno se cae el error de la adivinación. Esto puede desembocar en una sobredosis, una cura poco inmediata o simplemente no saber cuál es el momento preciso para acabar con su consumo.

Todo esto es información valiosa que sólo puede suministrar un médico al momento de evaluar al paciente y determinar según sus síntomas, lo que requiere. Asimismo, esta práctica desarrolla otros peligros de automedicarse.

Los peligros de automedicarse

3.     Adicción a las sustancias

La adicción se crea cuando la práctica se convierte en costumbre, llega un punto desconocido en que el alivio que otorgan ciertos medicamentos, lleva a su uso indebido. El mismo abuso de las dosis sin información previa, también suma al momento de formarse dependencia, porque puede pasar que el cuerpo cada vez necesite mayor proporción para sentir alivio.

Esto pasa sin previo aviso y no todas las personas lo desarrollan, pero las reacciones del cuerpo varían y van desde la abstinencia a la habituación del mismo. La habituación de un fármaco se da cuando este, después de un tiempo deja de causar efectos en la cantidad habitual, entonces se tiene que incrementar la dosis.

Por otro lado, la abstinencia ocurre luego de crearse la habituación, mientras que se intenta dejar el consumo del medicamento, la ausencia del mismo genera complicaciones físicas. El paciente sólo siente alivio cuando una vez que retoma el consumo, pero con la debida paciencia es posible superar este síndrome.

Efectos secundarios

Los efectos secundarios dependen de la sustancia y normalmente lo dejan muy claro en el prospecto, además de los anteriormente mencionados, cuando se trata de automedicarse, podrían duplicarse. En este caso los efectos secundarios tienen el poder de actuar de forma inmediata, generar intoxicaciones o alergias, ya que se desconoce si es el ideal para quien lo consume.

Con la automedicación se salta el proceso que realiza el médico al indagar sobre alergias o anteriores enfermedades. Éstas, por más que el paciente las conozca, no sabe con exactitud qué principios activos podrían afectarle. Por esto y más, cuando no se tiene certeza del síntoma que se está padeciendo, lo mejor es acudir al médico.

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