Relevancia de la dieta mediterránea

La dieta mediterránea es uno de los patrones alimentarios más conocidos a nivel mundial. Esto se debe a la cantidad de beneficios que ofrece a la salud de las personas. Más que un simple conjunto de recetas, se trata de las tradiciones y hábitos alimenticios que hacen parte de la extensa herencia cultural de los países que colindan con el Mar Mediterráneo.

La alimentación es fundamental para el correcto funcionamiento del organismo humano y los diferentes patrones alimenticios representan un factor de vital importancia para el desarrollo de los pueblos. Así, la dieta mediterránea muestra su relevancia y valor cultural, al ser considerada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO desde el 16 de noviembre de 2010.

¿Qué es la dieta mediterránea y cuál es su importancia?

Se trata de un amplio conjunto de tradiciones, rituales, conocimientos y competencias relacionados con la forma de producir, conservar, cocinar y compartir los alimentos que fue desarrollada a lo largo de los siglos en la cuenca del Mediterráneo, mar que sirvió de autopista para facilitar el intercambio de alimentos provenientes de diferentes culturas.

Así, el patrón alimentario mediterráneo fue desarrollándose y complementándose con la práctica frecuente de ejercicio físico, desempeñando además un factor de cohesión social, configurando la identidad de familia y sociedad que actualmente caracteriza a los países colindantes con el Mar Mediterráneo, con total independencia de las clases sociales y las condiciones de vida.

Los alimentos que integran esta dieta son principalmente de producción local, aunque su origen tenga influencia de alimentos provenientes de los pueblos de Medio Oriente, Asia y América. Chipre, Croacia, España, Grecia, Marruecos, Italia y Portugal son los países que comparten este patrón dietético, resultante de una intensa mezcla cultural.

Según el índice 2019 de Bloomberg, España es el país más saludable del mundo, y esto se debe principalmente a que el patrón alimentario dominante es la dieta mediterránea. Es fácil entonces, apreciar la importancia que tiene para diversas sociedades y la importante contribución que ofrece al mundo entero. De hecho, es una de las dietas más extendidas a nivel mundial.

Alimentos que la integran y beneficios para la salud

Entre los ingredientes que componen la dieta, encontramos una amplia variedad de frutas, verduras, legumbres y vegetales. También incluye cereales, huevos, carnes blancas, pescado fresco, arroz, pasta, frutos secos, productos de panadería, pastelería, aceite de oliva en abundancia y además, vino frecuente pero en cantidades moderadas.

Cada una de las recetas de la dieta mediterránea aprovecha los productos de temporada, lo cual significa un importante impulso a la producción agropecuaria local, que además es muy variada por las propias características geográficas de la zona. Además de la alimentación, también se consideran ámbitos como la artesanía, conservación y forma de consumir los alimentos.

Diversos estudios científicos certifican los beneficios de la dieta mediterránea. Por ejemplo, una revisión de la evidencia científica acerca este patrón alimentario y sus beneficios para la salud, llevado a cabo por el Centro de Nutrición Molecular y Enfermedades Crónicas de la Universidad Católica de Chile, confirmó, entre otras cosas, su capacidad de prevenir enfermedades neurodegenerativas.

Además, contribuye a mantener un peso adecuado, controla la presión arterial, protege contra el desarrollo de enfermedades crónicas como la diabetes, Alzheimer, retrasa el deterioro cognitivo, mejora el funcionamiento de órganos como los riñones, hígado y corazón, e incrementa la sensación de bienestar general.

Por supuesto, los efectos benéficos de la dieta se ven multiplicados con la práctica diaria de una rutina de actividad física de intensidad moderada por espacio de 30 minutos.  En líneas generales, esta dieta se asocia al desarrollo de una mejor calidad de vida.