Salud ocular: cómo cuidar los ojos del calor, el sol y el agua de mar y piscina

¿Qué hay en tu lista de divertidas salidas de verano este año? ¿Quizás visitar la playa, ir a nadar o hacer turismo por todo el país? ¡Las posibilidades son infinitas! Mientras reservas tus vuelos, llenas el coche y recoges tus toallas de playa y el protector solar, ¿qué estás haciendo para protegerte los ojos del ardiente sol del verano?

Cómo cuidar los ojos este verano

Si bien muchos de nosotros estamos interesados en untarnos el cuerpo con protector solar para proteger nuestra piel mientras tomamos el sol, es fácil olvidarnos de proteger nuestros ojos con la misma precaución que se toma para todo lo demás. Nuestra piel puede mostrar el daño del sol de manera más visible que nuestros ojos, pero eso no significa que el sol no brille tanto como para no dañarlos.

Calor y sol

La luz y el calor del sol se producen debido a la radiación ultravioleta o UV que emite. La radiación UV se puede dividir en categorías UVA y UVB. El sol no es la única fuente potencial de radiación ultravioleta que se puede encontrar. Las camas de bronceado y otras luces de espectro ultravioleta también emiten este tipo de radiación potencialmente dañina y pueden tener impactos en su salud y bienestar en general.

La radiación ultravioleta puede quemar la superficie de la piel, la reacción que comúnmente llamamos una quemadura solar. La radiación ultravioleta también puede afectar negativamente a los ojos de varias formas. Si tus ojos están expuestos a demasiada radiación ultravioleta, podrían tener un mayor riesgo de padecer diferentes afecciones.

Agua de mar

Si prefieres tumbarte en la playa y estar junto al mar, entonces los riesgos a considerar son diferentes. Aparte de la irritación leve, el mayor riesgo al que nos enfrentamos en el agua es la picadura de una medusa u otro animal acuático en el ojo. Sus picaduras suelen afectar los párpados, pero en ocasiones pueden afectar la córnea o la conjuntiva, provocando una quemadura química que debe ser tratada por un oftalmólogo.

En los deportes acuáticos se producen muy pocas incidencias de traumatismos oculares, pero sí vemos casos de traumatismos causados ​​por la rotura de los cristales de las gafas de buceo.

En caso de que sufras algún accidente y no estés en tu ciudad natal, lo mejor es contar con un seguro de salud inteligente como el de Vivaz, tanto para asegurarte la asistencia como para evitar pagar la consulta o pruebas derivadas.

Piscina

Cuando se trata de contraer una infección, el agua de la piscina generalmente presenta un riesgo mayor que el agua de mar. Las infecciones más comunes que se encuentran en las piscinas, como pseudomonas o acanthamoebas, son microorganismos que prosperan mejor en agua dulce, aunque también pueden encontrarse en el agua de mar. Para minimizar el riesgo, además de tratar adecuadamente el agua de su piscina, es importante protegerse los ojos. Por eso te recomendamos que utilices gafas homologadas de buceo o natación cuando practiques deporte en la piscina y en el agua.

Una precaución fundamental que se puede tomar es evitar nadar con lentes de contacto, especialmente en piscinas, y nunca nadar en estanques o lugares con niveles de cloración de agua inadecuados, ya que, aunque estas infecciones son poco frecuentes, pueden, de hecho, tener graves consecuencias.

En definitiva, no olvides protegerte los ojos llevando durante tus vacaciones un sombrero o unas gafas de sol adecuadas y sigue los anteriores consejos para el cuidado de los ojos durante el verano.

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