Las ventajas de las puertas automáticas

Las puertas automáticas forman parte de la domótica, nombre con  el que se conoce al conjunto de tecnologías que conforman los llamados “edificios inteligentes”. Esta es una tendencia que, cada vez, se incrementa en el uso de habilitación de edificaciones.

Luces que se encienden al captar los pasos y se apagan ante la ausencia de personas. Igualmente, los sensores regulan los equipos de aire acondicionado para que se apaguen de manera automática. Por supuesto, no pueden faltar las puertas que se abren y cierran por su cuenta; al detectar que una persona se acerca para atravesar su umbral.

Es así como las puertas automáticas se han convertido en uno de los aditamentos predilectos de muchas construcciones. Es común verlas en lugares como bancos, centros comerciales, clínicas, oficinas, fábricas, etc. Dotan al ambiente de una pincelada de elegancia y sofisticación. No obstante, también se fabrican modelos de gran tamaño y resistentes, para espacios industriales.

Razones para instalar puertas automáticas

Son varias las ventajas que devengan estos mecanismos. Por eso, se trata de una excelente inversión. Al respecto, mostramos una lista de los beneficios de estos dispositivos en cualquier tipo de edificación:

  • Ofrecen mucho ahorro de tiempo, pues evitan dedicar tiempo a un personal que esté abriendo y cerrando la puerta de modo manual.
  • Son perfectas en el caso de funcionar en garajes. El conductor no necesita bajar del coche para abrir el portón, sino que este se mueve de modo automático con solo activarlo por medio de un mando a distancia.
  • En el caso de puertas para edificaciones, estos mecanismos son muy cómodos para personas con poca movilidad: gente en silla de ruedas, bastones, andadores, etc. agradecen la comodidad que ofrecen.
  • Permiten también comodidad cuando las personas llevan paquetes o tienen las manos ocupadas, ya que evitan la necesidad de abrir las puertas manualmente. Por este motivo, cada vez se instalan con mayor frecuencia en los hogares.

Como vemos, estas puertas automáticas no son un simple capricho. En realidad, son de mucha utilidad y comodidad. En ciertos casos, poseen sensores que detectan el tránsito por su umbral. En otros, requieren de un mando remoto con el cual se activa a distancia el motor que hace que la puerta se mueva.

Los tipos de puertas automáticas

Hay un amplio abanico de opciones al momento de hablar de puertas correderas. Estas categorizaciones dependen de cuestiones como: el material, uso de la puerta, tipo de motor, etc. Al respecto, tenemos el siguiente listado con algunos tipos de puertas automáticas.

  • Correderas: son las puertas más conocidas, ya que simplemente se desplazan lateralmente. Algunas variantes de esta modalidad de puertas automática son: la estándar, la de corredera telescópica (para espacios reducidos) y la puerta curva (que requiere una corredera de geometría especial).
  • Giratorias: estas tienen un eje sobre el cual giran, siendo en este caso la función del motor el controlar este giro. Permiten mantener la temperatura interna controlada, por lo que se usan mucho en edificios con control térmico.
  • Batientes: tienen el típico barrido, siendo necesario que la puerta se desplace 90 grados para permitir el paso por su umbral. Muy cómodas, su motor es giratorio y requiere de poca fuerza.
  • Herméticas: estas puertas se usan mucho en espacios como quirófanos, laboratorios, plantas de producción, etc. Resguardan lo que llaman una “sala blanca”, que es un espacio que debe estar libre de polvo, bacterias o humedad. Sellan estos ambientes con hermeticidad, estando sometidas a una presión de aire mayor en el exterior para lograr esta condición.
  • Emplomadas: son puertas pensadas para el funcionamiento de una sala de rayos X, de manera que estos rayos no escapen fuera de tales ambientes. No hay que olvidar que es necesario cuidarse de la exposición excesiva de las pruebas y tecnologías diagnósticas de radiología.
  • De evacuación: suelen combinar el funcionamiento de una puerta corredera con un sistema batiente. De esa manera permiten el máximo espacio para salir. Por otra parte, se conectan a los sistemas de emergencia y seguridad del edificio (incendios, sismos, etc) para abrirse en caso de algún problema que amerite la evacuación.
  • Industriales: se trata de puertas que se instalan en entornos industriales. Son automatizadas como parte de los propios sistemas de producción. Algunas de estas puertas son de muelles de carga, en garajes, peatonales, etc.
  • De garajes: son usadas para que las personas no tengan que salir del coche para abrir la puerta. Funcionan con un control remoto y se cierran de modo automático. En ciertos casos, están provistas de sensores que detectan si el auto ya ha entrado o salido.
  • Anti-vandálica: es una puerta reforzada para que no pueda ser violentada. Además, queda cerrada de modo automático si se detecta que hay personas tratando de traspasarla por la fuerza.

Hay muchos otros tipos de puertas automáticas, apenas hemos aludido algunos ejemplos de estos mecanismos. Por otra parte, es necesario indicar que trabajan con motores de electricidad. Requieren de una fuente extra (planta o generador eléctrico) que las mantenga activas en caso de fallo eléctrico.

Sectores que requieren este tipo de puertas

Cada vez hay mayor cantidad de personas dispuestas a invertir en esta modalidad de puertas. Es así como se han vuelto frecuentes en los hogares para el uso peatonal. No obstante, es muy común verlas en los siguientes sitios:

  • Desde hace bastante tiempo se emplean en aeropuertos y terminales terrestres.
  • Son muy usadas en instalaciones hoteleras.
  • Se emplean en grandes centros comerciales, tanto en las tiendas como en la entrada al gran edificio.
  • Requeridas en ambientes de control sanitario (quirófanos, laboratorios, etc) ya que los usuarios no deben tocar nada al usar los guantes.
  • En los bancos, son puertas de bastante uso.
  • En puertas de entradas a garajes y aparcamientos.
  • En lugares de seguridad, como los ya mencionados bancos o ciertas instituciones, suelen asociarse a un detector de metales. Si la persona no posee nada metálico, la puerta se abre.

Las puertas automáticas ganan mucha aceptación. Por eso, hay una oferta amplia al respecto, por lo que es necesario elegir un buen proveedor que sea reconocido en la confección e instalación de tales mecanismos de domótica.

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